Ahora, los domingos: EL RINCONCITO MAGALDIANO

Ah, el gran Magaldi. Este tipo es único, esa garganta es de miel. Tangos para escuchar un domingo a la tarde. O un lunes a la noche, o cuando el alma los pida.

Hay un blog que supuestamente se va a dedicar a recuperar su memoria, pero desde hace casi dos años que está “en construcción”, lo cual a esta altura me parece decepcionante (creo que es al pedo registrar un nombre en blogspot, por ejemplo, para después no utilizarlo realmente; con eso impedís que lo hagan otros que al menos sí tienen tiempo para largarse a un proyecto así).

Ojalá esta gente me tape la boca, ya que tienen varios blogs, uno de ellos es sobre Ignacio Corsini y se actualiza bastante seguido. O sea que Magaldi es el gran relegado del asunto.

Desde hoy y todos los domingos, una canción de La Voz Sentimental de Buenos Aires para descarga directa. Con eso no subsanamos nada, pero al menos lo damos a conocer a una generación que debiera saber más de él.

Y aclaro que tengo unos 300 temas suyos, pero ponerlos todos juntos sólo va a lograr algo que últimamente pasa seguido: que se descarguen todos juntos y vayan a engrosar las tantas “discografías completas” que pululan en Taringa, Vagos y demás páginas. Paquetes de archivos que se descargan en media hora y jamás se escuchan. Acá va a ir por cuentagotas, para que cada canción se disfrute en serio. Si no te gusta, difícilmente quieras las demás.

Salud a los magaldianos de todo el mundo! (y al cuerno con todos los demás)

Hoy: "PORTERO SUBA Y DIGA"

http://www.mediafire.com/?6jltwu2rvjdexqs


Portero suba y dígale a esa ingrata
que aquí la espero, que no me voy
sin antes reprocharle cara a cara
el mal que ha hecho en mi vida su traición.
No tema ¿no me ve que estoy tranquilo?
si la he seguido para saber
si es cierto que arrastraba mi cariño
con esos niños en esta garçoniere.

Y diga a esos maulas
sotretas sin nombre,
que aquí hay un hombre
si tienen valor.
Y dígale amigo
que aquí yo la espero
que aquí yo me muero
por ella de amor.

Dos años han pasado desde el día
en que llorando llegó hasta mí;
dos años que luché para salvarla,
para vestirla y pa’hacerla feliz.
Y todo para qué, si es pa’matarla
para burlarse de mi pasión.
Portero suba y dígale a esa ingrata
que yo he venido a cobrarle su traición.