sábado, 30 de agosto de 2008

"EL HOMBRE QUE SE DEPILÓ LA INGLE" por Omar Viñole

La obra más valiosa de un escritor olvidado


Uno se sentía tentado a pensar que cuando Roberto Arlt escribió "Un escritor fracasado", estaba hurgando en lo más profundo del tarro.


Pero a principios del siglo 20 hubo un tipo llamado Omar Viñole, que se caracterizó por dos cosas: escribir libros que nadie entendió y pasearse por los centros urbanos conversando con una vaca.

Viñole se consideraba a sí mismo un escandalizador inteligente, y no estaba tan errado. Algunos títulos de su inmensa producción literaria son: "Mi disconformismo filosófico", "Cien cabezas que se usan", "Cabalgando en un silbido" y muchas, muchísimas páginas más. Casi todos sus libros están saturados de abstracciones y párrafos absurdos, a veces imposibles de entender. Era rebuscado, engreído y en ocasiones sumamente tedioso.




Omar Viñole, un escritor que no le interesó nunca a nadie

También era un puritano que orillaba el exabrupto. Sobre la gente que va a la playa, Viñole escribió: "estos seres tocados de pensamientos sucios, se amontonan hormigueando y husmeando todo género de estupros psicológicos. Hay que castigarlos, porque se reúnen como en la antigüedad romana, en la isla de los orgasmos."


Otras veces, en cambio, era un autor tan inentendible y soporífero que invitaba no solo a cerrar sus libros, sino también a estamparlos contra la pared. Si este era un efecto deseado por el autor, sólo él lo sabe. Así derrapaba Viñole, aburriendo a sus ocasionales lectores con revoltijos como este: "Reimprimo mi desacuerdo con la historiografía y la historiología de los pueblos, por estar todas ellas sumergidas en la ceguera y el error fundamental y al margen del génesis ideal de la vida de la naturaleza, que es el único bien perfectizable, dentro del trascendentalismo vivible o cognoscible." Y la perorata podría seguir y seguir, porque Viñole construyó una profusa bibliografía, tan simpática como poco útil, en base a la técnica de hablar sin decir absolutamente nada. Como fuera, algunos lo escucharon: su libro "Apóstoles, canallas y vividores de la vida pública argentina" fue prologado por el gran Soiza Reilly, un orgullo que muchos habrían deseado.



"El Hombre de la vaca": interminable, bizarro, aburrido.



Pero hete aquí que Viñole, que quería enfurecer a medio mundo, tenía su propio némesis, el tipo que era capaz de hacerlo enfurecer a él. El tipo era, cómo no, nuestro inefable Raúl Barón Biza. Barón Biza era escandaloso en su vida, y revulsivo en sus páginas. Con cada gesto altisonante acaparaba la atención como si le pusieran un par mil sobre la cabeza. Y Viñole le lloraba las penas a su vaca.

En "El hombre que se depiló la ingle", uno de los mejores trabajos de Viñole, los mandobles contra "el barón del visa, que trabaja de pensador" (como se refería a él, minúsculas incluidas) van y vienen. Cuando Raúl se enteró, hizo lo peor que podría haber esperado Viñole: nada. Para él, Omar Viñole era un chiste. Justo él, que hervía ante cada agresión, se encogió de hombros como si fuera un boxeador de otra categoría.

A Viñole todo le salió mal, incluso después de muerto; nadie se acuerda de él, y sus libros no volvieron a encontrarse en ningún lado, en particular porque nadie los buscó. Y para colmo de males, el único que hoy se consigue fue restaurado por un grupo de tipos que se autodenomina "Amigos de Barón Biza". Y con una foto de Raúl en el encabezado. Esté donde esté, esperamos que no se enoje.


Otro libro de Omar Viñole


La pregunta del millón, para terminar, es esta: ¿en un sitio dedicado a celebrar la obra literaria de Raúl Barón Biza, cabe restaurar y recuperar libros de un tipo que le buscó camorra toda su vida? Claro que sí, porque si le cerramos la puerta a Omar Viñole asumimos la misma postura idiota de los tilingos que pululan en los suplementos de cultura, paseando su oscurantismo y su complejo de elite. Nos pareceríamos al gallego Vila-Matas, y Dios nos libre y guarde. Vos tenés derecho a leerlo, sin que vengan otros a cerrarte el paso. Y es infinitamente tuya la decisión de llegar hasta la última página si disfrutás lo que escribió este hombre. ¿Por qué no?

Rescatamos a Omar Viñole del desván de nuestra literatura. Ni siquiera está en un pantano inaccesible, o enterrado vivo en un silencioso infierno, como le ha pasado a Raúl. Simplemente, está arrumbado y cubierto de tierra. Si nos gusta o no, son cinco pesos aparte. Lo cierto es que ningún autor merece ese destino, sea bueno o sea una reverenda bosta.

Aquí te dejamos su librito. Ya lo juzgarás vos.

http://www.megaupload.com/?d=31ZW4298



AMIGOS DE BARÓN BIZA


6 comentarios:

Walterio dijo...

Muy buen post y excelente idea la de hacer conocer una voz contraria a Barón Biza, es la oportunidad de acercarnos a alguna de las reacciones que provocaba entre sus pacatos contemporáneos.

Burbulina dijo...

Amigos, esta vez paso con mas tranquilidad pero no con mas ganas de decirles que es genial lo que hacen.

"Viñole, un escritor que no le interesó nunca a nadie".

Jaja. Me reí mucho con su texto!

Burb.

Anónimo dijo...

buenas! me alegra mucho ver este blog de baron biza. te cuento ke yo poseo un ejemplar de el derecho de matar, y este es el que fue prestado por mi abuelo a Candelaria De la Sota quien segun tengo entendido lo digitalizó.
tambien tengo 'como me hice revolucionario', pero en particular me interesa encontrar punto final y las otras obras ke me faltan. espero estemos en contacto.
yuyoalfalfa@gmail.com
salu2

Anónimo dijo...

hola. yo tengo el derecho de matar, es el original que fue prestado a candelaria de la sota y ella lo digitalizó. muy buena onda el blog!
tambien tengo como me hice revolucionario. me interesa conseguir punto final y los otros..
estemos en contacto
yuyoalfalfa@gmail.com
salu2

AMIGOS DE BARON BIZA dijo...

Para Yuyo: no sabíamos que Candelaria había digitalizado "El Derecho de Matar"... hasta el momento creíamos que lás dos únicas versiones digitalizadas -primera y segunda edición- son las de AMIGOS DE BARÓN BIZA (Minolfi-Waisberg-Curone). Pero si ella hizo otra, tanto mejor... lo importante es que de a poquito, el libro ha vuelto a ser accesible para todos.

Para Burbulina, una confusión... "no con más ganas de decirles que es genial lo que hacen"... ah, no quedan ganas? Bueh... vamos a tener que hacer pucheros entonces, jajaja

Saludos.

Omar Viñole dijo...

Olá. Meu nome é Omar Sidney Viñole, sou neto de Omar Viñole. Estou conhecendo um pouco mais de meu avô paterno, já q ñ o conheci pessoalmente. Tenho uns dois, três livros dele q minha avó deixou comigo.
Obrigado por deixar deixar registrado o trabalho de meu avô.
Abraços